PODER ECONÓMICO. Boicot masivo a Coca Cola, luego de que se esparcieran datos de supuesta colaboración con la expulsión de sus trabajadores inmigrantes en Texas. Crédito de la foto: Diario La Vanguardia
El boicot, según el Observatorio de Multinacionales de América Latina (OMAL), es “una práctica organizada que consiste en negarse a comprar, vender o mantener cualquier otra forma de relación comercial o de otra índole con una empresa o institución a la que se responsabiliza de actividades moralmente reprobables.”.
“Se trata de una medida de presión para que dicha entidad cese aquellas de sus prácticas que violan los derechos humanos o que tienen probados impactos sociales, laborales, económicos o medioambientales”, concluye.
Incita al consumo ético de productos por parte de la ciudadanía y el estado, en un mundo de globalización constante y redes masivas de consumismo. A lo largo de la historia, esta medida repercutió en numerosas luchas sociales, ambientales, culturales y de los derechos humanos.
Estrategias, consumo y poder
Actualmente, los principales puntos y objetivos del boicot masivo son en contra de Israel, por su ocupación en tierras palestinas y por los crímenes de lesa humanidad durante el genocidio, y en Estados Unidos, por las medidas promulgadas del presidente, Donald Trump, para la deportación masiva de latinos.
A su vez, se encuentra el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en contra de la ocupación israelí y sus acciones militares. Así se adjudica la caída de rango de crecimiento económico israelí – cifra dada por el Ministerio de Finanzas de Israel – que cayó de un 3%, en años previos al genocidio, al 0% en 2024.
Etiquetas de a poco
Algunas de las empresas “objetivo” son aquellas que, por el lado del genocidio en Palestina, apoyan de forma estratégica, militar, tecnológica o económica a Israel, tal así que la lista incluye: Texaco, Intel, Carrefour, Disney+ Streaming, RE/MAX entre otras.
De igual forma, como figura en la página de US Campaign to End the Israeli Occupation, organización que potencia el boicot en el país norteamericano, la recomendación al momento de iniciar una política de inversión ética y un consumo que se rija con un pensamiento crítico es de centrarse estratégicamente, con acciones coordinadas y con objetivos fijos.
Formas y pasos
La BDS, por parte del Comité Nacional Palestino, expresa en su sitio web que “tenemos que concentrarnos en empresas que tengan un rol claro y directo en los crímenes de Israel contra el pueblo palestino”.
Asimismo, también recomiendan “priorizar el boicot a las empresas que son objeto de movilizaciones en otras luchas de las personas oprimidas”. En este caso, muchas de las empresas objetivo en EEUU por las luchas sociales en contra de las acciones promulgadas por el gobierno contra las minorías, coinciden con la lucha contra las acciones tomadas por Israel, comandado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
CONSUMO Y PALESTINA. Medidas tomadas contra Carrefour en España. Crédito de la foto: Ecologistas en acción
Algunos de los criterios para seleccionar a las empresas como objetivos, según BDS, se pueden dividir en cuatro niveles:
Nivel de complicidad, basado en una investigación precisa y convincente que demuestre la complicidad; Interseccionalidad, relevancia transversal de la empresa objetivo; Reconocimiento de marca y atractivo mediático, la ayuda a llegar a un público más amplio y el Potencial de éxito.
Herramientas para el boicot
Para corroborar la participación directa de las instituciones y empresas en estos frentes, existen varios recursos digitales que permiten la revisión de los datos de inversión armamentista, por ejemplo, o la falta de políticas de Diversidad, Equidad e Integración (DEI por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, luego que el presidente expresara su disconformidad con el apoyo a las minorías.
Con respecto al uso de las DEI por parte de las empresas norteamericanas, la página DEI Watch permite ver una guía actualizada de aquellas que hayan: colaborado monetariamente en la campaña presidencial de Trump, las que tengan, al momento, alguna política activa o aquellas que hayan desmantelado por completo las políticas DEI.
Entre estas últimas se encuentran: Disney, Mcdonalds, Amazon, X, Target, Zoom y Uber.
Industrias sin poder
En relación con la lucha contra la inmigración masiva el Freeze Latin Movement, Congelación del Movimiento Latino en español, sitúa en su página web numerosas organizaciones e industrias que acompasan los ideales de Trump.
LATINOS Y EEUU. La población latina en EEUU genera más de 3.7 trillones de dólares y el 5.º PIB (Producto Interno Bruto) más grande a nivel mundial. Crédito: Freeze Latin Movement
Asimismo, el movimiento BDS Palestina afirma que apunta a la complicidad, no a la identidad. Por ello, el boicot a empresas israelíes depende de dos puntos clave:- No estar implicada en la ocupación militar, el apartheid o el colonialismo de Israel
- Reconocer públicamente los derechos del pueblo palestino en virtud del derecho internacional, principalmente el derecho de retorno de la población refugiada de acuerdo con la resolución 194 de la ONU.
“Que sepamos, no hay ninguna empresa israelí que cumpla con estas dos condiciones”, manifiesta en su sitio web, aclarando que corresponde desinvertir y boicotear a las empresas de Israel.
Décadas de ver etiquetas
La historia demuestra que este movimiento tiene repercusiones sin importar el éxito o no de las metas planteadas. La imagen de las empresas o los estados que son objetivos se ven repercutidas en su imagen pública, a corto o largo plazo.
Y también brinda casos de éxito que cambiaron el curso de
vida de generaciones enteras, de minorías y de poblaciones vulnerables. En 1955
se llevó a cabo uno de los boicots más importantes de la historia: contra los
servicios de transporte ofrecidos por la Montgomery Bus Company en Alabama,
Estados Unidos.
Rosa Parks, una costurera afroamericana, se sentó en uno de los asientos reservados para los pasajeros “blancos”. Asimismo, fue encarcelada por “alteración del orden público”.
Una lucha sin fin
Los pasajeros de raza negra dejaron de utilizar los servicios de la compañía, explica OMAL, animados por una asociación creada por Martin Luther King. Otros usuarios tampoco los utilizaban, y así los vehículos privados llegaron a hacer de taxis a gran escala.
Esto llevó que, trece meses después, el Tribunal Supremo dictaminara que los autobuses segregados eran contrarios a la Constitución estadounidense.
Luego, desde la década de 1980, se globalizaron los movimientos de BDS hacia las multinacionales que mantenían relaciones comerciales con el régimen del apartheid en Sudáfrica.
Siendo así que la presión aportó de tal forma que apuró al fin del régimen segregacionista en 1994. Este hecho constituye una de las victorias más significativas alcanzadas por esta estrategia.
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