Una vida de libros, vocación y cultura
Letras
y más letras: Actual propietario de la Librería Rubén, local de Tristán Narvaja
con más de ocho décadas. Crédito de la foto: Montevideo PortalMiles de libros y décadas de historia
Detrás de los puestos que se alzan los domingos en la feria de Tristán Narvaja, en las cuadras posteriores al auge de librerías y tiendas, el azul descascarado de un cartel juega con la pintura de las rejas abiertas y el hormigón entre letras para mostrar el rasgo único, distintivo de la librería Rubén.Entre gritos de feriantes que resonaban entre pasillos de cajones, los puestos de antigüedades carcomidas por óxido y las décadas se acoplaban a los rayos del domingo soleado. A su vez, las canciones mediadas por artistas callejeros se confunden con las vibraciones de los parlantes de la tienda aledaña a Rubén.
Ya en la vereda, los montevideanos que decidieron visitar esta típica feria montevideana ubicada en el barrio Cordón caminaban entre los puestos y esquivaban las mantas tendidas, que acunaban algún espejo de pie o exhibidor de rarezas antiguas. Y, a esta altura de la calle Tristán Narvaja, las librerías se habían diluido. Cuadras antes, la cantidad agobiaba de curiosidad e indecisión al cliente. La elección del lector podía depender de la ubicación entre una vereda y la de enfrente.
Pablo Tealde,
actual propietario de la librería Rubén, observaba el paso de los paseantes y
las mercancías expuestas al sol en su cuadra. Se paró entonces entre las pilas
de libros que recibirán los futuros dueños de algún tomo, de entre los miles de
historias impresas que mantiene la librería desde 1940.
Tras escuchar las preguntas, se dirigió hacia el mostrador, cerró el libro que se mantenía abierto, y esperó expectante el cuestionario para “dar cátedra” no ya sobre su trabajo sino sobre su verdadera, gran pasión.
Primeros capítulos
Empezó a trabajar en una zafra en 1982 y quedó fijo en 1983 - ¿qué le llamó más la atención en 1982 de la librería?
Esto era un mundo increíble, era una cosa gigantesca, trabaja un mundo de gente en temporada por una semana o dos, la idea era que vos estabas, te preparaban y a medida que el trabajo fuera bajando ya iban achicando el personal. Pero trabajan más de 200 personas, además de la cantidad de material y textos de estudio, todo en una librería.
¿Cómo pudo entrar en 1983 como fijo?
Entré en la zafra del 82 y no quede, entré en 83 y quede, cada tanto siempre se iba gente. y quedaba un grupo de empleados que iban renunciando con el paso del tiempo. Al dueño, Rubén, le encantaba tener gente trabajando, entonces el sí podía te dejaba, si los números no daban el empezaba a sacar, pero yo en el 83 fue uno de los que quedé.
¿Cómo describiría los rasgos que tendría que tener un librero? Comenzó a trabajar hace ya cuatro décadas, entonces, ¿es a partir de las experiencias o cuáles son rasgos más propios?
No creo que haya un molde único, debe de haber un montón de factores, indudablemente un tema es que la experiencia te ayuda, si tenes una base cultural a veces es importante, y depende de, por ejemplo, bobadas como saber escribir en inglés o saber cómo se escribe, mismo en castellano saber que hay apellidos con v o b, o conocer autores. Si te preguntan por algo y saber de qué te están hablando.
Entonces, recae más en la experiencia
Pero eso también se va renovando, yo voy a dejar de trabajar un día y en unos pocos años ya no voy a saber mucho, voy a saber del pasado pero no voy a saber de lo nuevo. Eso pasó con compañeros, que dejaron de trabajar, volvieron y para lo que nosotros era muy común ellos nunca habían escuchado hablar. Es la experiencia que se va renovando siempre, así como hay gente joven que es imposible que conozca algo que ya no se lee más, o no se publica más desde hace 40 años.
¿Cuál sería un ejemplo de diferencia etaria?
A un muchacho joven le preguntas si tiene algo de Charlot Robin y no va a saber de quien le estás hablando. Y a un compañero grande le pasó con las historietas de Gaturro, que él no sabía de qué le estaban hablando.
Asumo que, de igual forma, pasan algunas repeticiones.
Venas abiertas,
Benedetti, El pozo de Onetti, ese tipo de autores clásicos son los que se van
repitiendo. El tema es que hay autores que son de época o que fueron por un
tiempo, ejemplo El Código da Vinci, que siempre lo buscan y no encuentran o que
el librero viejo los escucho nombrar alguna vez.
Incluso hay
libros que dejaron de venderse pero influyen otros factores. Hubo un libro que
se dejó de vender, pero lo nombró el autor de Voces Anónimas, entonces la gente
empezó a pedirlo de vuelta: era un libro que estaba en oferta, y ahora está
agotado.
Por qué la televisión en un libro repercute mucho en las ventas, la muerte también, cuando alguien se muere se venden mucho sus libros.
DISTANCIA Y LETRAS. Librería Ruben se ubica en las cuadras más alejadas del las librerias de la calle. Credito de la foto: Facebook Libreria Ruben
Cotidianidad literaria
Con esa idea, capaz que hay algún sector de libros que se venda más dependiendo del periodo de tiempo, por ejemplo, en elecciones nacionales, mundiales o vacaciones
En el mundial
se buscan muchos álbumes de fútbol o figuritas, en los olímpicos no tanto pero
antes se buscaba, carnaval también. Se vende mucho material vinculado con el
campo en la semana de turismo, y en la semana de septiembre porque viene mucha
gente del interior y, entonces, compran muchos libros que tienen que ver con el
ganado, con lo gaucho, con manualidades en cuero.
Ese es un
sector en particular que se vende en esa fecha más que en otras fechas. Después
hay libros de vacaciones, muchos policiales y románticos que se venden todo el año,
pero hay gente que los compra específicamente para la lectura de verano.
Lo que pasa es
que es un problema con el espacio. Llega un momento que ya no tenes donde
guardar libros, algunos ya han entrado muchas veces y es más difícil venderlos
y entran permanentemente. Por eso, ya no los aceptas.
En eso está un poco el tema de la experiencia, hay libros que nunca los viste o los viste poco, o se editaron y se agotaron o se piden mucho; hay libros que siempre te van a pedir, El caballo de troya uno, El perfume de Süskind, las biblias, son los que siempre vas a recibir a pesar de que ya tengas. Vos vas viendo y achicando el espectro, menos cantidad de libros que se pidan, menor el volumen
Teniendo la facultad de psicología a tres cuadras, la de humanidades a 4 y el anexo de derecho cerca; ¿Cuáles son algunos de los rasgos que puedes identificar en los estudiantes universitarios cuando vienen a la librería?
Los de derecho vienen buscando cosas por toda la zona y llegan acá como último lugar, igual nosotros ya no estamos casi especializados en ello, los de psicología tienen muchos lugares, está muy diversificado.
Cuando entre en
el 82 creo que éramos cinco o seis librerías, hoy hay 20. Entonces, te chocas
con la facultad y enseguida hay librerías y especializadas en esa materia. Creo
que acá compran más los profesores que los estudiantes, porque encuentran cosas
raras. Y de humanidades no hay forma de distinguirlos y, como te digo, salen de
humanidades y tienen 15 librerías para mirar.
Mercado de única edición
Como empresa no tenemos una perspectiva muy larga porque nuestros descendientes se dedican a otra cosa y el negocio por las características que tiene es muy difícil de venderse como negocio en completo. Lo que estamos manejando es que en un proceso no muy largo empecemos a desmantelar el negocio.
Por eso no manejo mucho futuro. Nos especializamos en libros. Descatalogas por así decirlo, libros que no estaban mucho en el mercado o libros que si están en el mercado pero recibimos tanta cantidad que lo podemos poner muy barato, pero no sé de cuánto va a ser nuestro proceso. No creo que alguien haga lo que hacemos nosotros, si alguien va a ocupar este lugar se dedicara al libro pero desde otra perspectiva.
RINCONES AMARILLOS. Las secciones de la librería recorren desde novelas policiales a revistas de antaño. Credito de la foto: Montevideo Portal
Considera
que Rubén en esta calle vendría a ser una librería en extinción, más única.
Hay parecidas a nosotros, otras que van un poco a nuestro modelo. Capaz que la mayoría no usa el tema de la revista o las best seller, pero hay librerías que son parecidas a nosotros; va más por la parte de revistas. Somos casi los únicos y la parte de autores más best seller de policiales, por ejemplo, que allá arriba trabajan poco. Capaz trabajan con algunos autores o ediciones de novelas románticas y policiales, pero no tienen un sector de colección de esos géneros: supongo que capaz algún día alguien ocupará ese lugar.
¿Cuáles fueron las principales repercusiones de la pandemia para la librería?
Nos cambió mucho porque hasta la pandemia estaba abierta la cooperativa de Cordón, que había sido un desprendimiento de Rubén. Durante 25 años trabajamos las dos librerías juntas y a mitad del 2020 cierran, lo que generó que nosotros notáramos la diferencia, sobre todos los domingos, se nota que no están allí. A nosotros nos mejoró la venta por ese lado.
También ha habido cambios de costumbres: hay un público que hay muy interesante que es el juvenil que se formó con Harry Potter, y con autores uruguayos como Helen Velando y Roy Berocay, esa gente que leyó mucho ese tipo de cosas siguen de grande leyendo, generación maso de los 90 para acá, y leen novelas románticas y de fantasía, Harry Potter y Tolkien y Juego de Tronos, todo ese tipo de universo.
¿Desde tu experiencia como lector y del oficio como experiencia que te marcó el estar siempre rodeado de libros, cuál es su opinión del mercado editorial actual, ya a nivel global y a nivel del mercado uruguayo?
Es lógico, si
uno fuera el dueño de una editorial determinada o una distribuidora, lo que
trata es vender el libro que vende más y le va a dar más redito, no pensando en
cual es el mejor libro. A veces le prestamos atención a un cliente que puede
que no sea el que nos de mayor rendimiento, está buscando el libro y hace
consultas, y sería más fácil venderles 50 libros a 50 personas. Lo mismo hacen
las editoriales, editan con criterios comerciales que son lógicos porque son
empresas comerciales, están hechas para eso, pero a veces no corresponde a lo
que el mercado hubiese necesitado o lo que alguna gente podría necesitar.
Yendo desde libros de nicho a bestsellers. ¿Cuál es un libro que no recomendaría?
Muchos, porque
es una cantidad enorme y también depende del público; es muy difícil elegirlos:
los no recomendables son tan malos que no son desconocidos. Hay gente que le va
a gustar determinados libros a mí no me gustan y a determinada gente no le
gustan, pero son los que se venden. Entonces digo, no recomendable y puede ser,
que puede pasar por algún libro más anecdótico. Me pasó con un libro: era en el
que se basó una película, y a mí me gustaba mucho la película y el libro era
claramente peor. Había un par de escenas en la película, con historias que le
daban sabor a la película y cuando leí el libro me sentí defraudado; iba con la
expectativa de que la historia estuviera mejor contada.
Como libros
buenos o malos vas a encontrar cantidades gigantescas; siempre digo que los
libros malos son los que vamos a tener que leer en el purgatorio cuando
estemos. Nuestro castigo va a ser tener que leer todo eso que vendimos.
Canje en tiradas únicas
¿En las
instancias de canje, hay alguna situación anecdótica que recuerde de estos
años?
Si, hay montones. Me pasó como cliente en su momento -y hoy lo veo- que es la falta de perspectiva que tiene la persona de lo que tiene. Yo tenía unos libros que me gustaban mucho, libros de poesía y literatura, y me habían regalado unas novelas y resulta que para mí las novelas eran una porquería, pero vengo acá y mis compañeras me reciben bien la novela que yo consideraba una porquería y me pagan muy poco por las otras. Porque no es un tema de afecto, a vos te gusta algo y capaz no lo lee nadie, y a un libro que no te convence la gente lo quiere, lo lee y lo quiere comprar y no lo encuentra, y vale más nuevo o usado y eso te pasa habitualmente.
La gente compra
esas ofertas de verano, de Atlántida, Punta del Este y Piriápolis en esas
librerías por $ 500, pero son libros que hay por todos lados; son libros que no
tienen valor. Y, por el contrario, un libro que puede estar muy feo y viejo
puede tener más valor que esos libros.
Es muy difícil que una persona que no sea librera perciba esa diferencia. Vos tenés un montón de libros nuevos flamantes y pensás que valen un montón: no valen nada. Además, las editoriales a veces en un período entran a liquidar los libros. Un libro que compraste a $ 890 hace dos años, ahora vale $ 180 nuevo. Y entonces te dicen: ¿cómo me dan $ 50 por un libro? lo que pasa es que, hoy por hoy, sale $ 180.
¿Cuál es una
de las piezas que hay en este local que sería una joyita para usted?
Tenemos un par de sectores en Mercado Libre donde tenemos muchos libres, y algunos de ellos son bastante buenos: están agotados.
Hay una
escritora y pintora inglesa, muy anterior a Harry Potter que es Beatriz Potter.
Son libros raros de encontrar. Hay una colección llamada Elige tu propia
aventura, una especie de Rayuela infantil y vas leyendo de adelante
para atrás. Era muy popular en los 90´.
Mucha gente
también viene a buscar los que leyó en su niñez: hay gente que colecciona Robin
Hood. Es una colección de los años 60´ y hay gente joven que lo colecciona
hoy.
Si, aparecen
libros raros, hemos tenido libros extraños y muchos los tenemos guardados
porque a veces están firmados.
No nos
manejamos mucho con ese tema porque no tenemos forma de homologar firmas. pero
a veces sí vemos que es obvio que están firmados por los autores porque son tan
dedicados de una a otra personalidad.
Por ejemplo, hay un libro muy curioso: hay un famoso dibujante uruguayo, de los más famosos, que era Barreto. Se murió hace unos años, y la familia trajo los libros de él y hemos tenido libros de Barreto que le regalaron cuando era niño, libros dedicados a él, dedicados al cumpleaños número 10.
Interrupciones del oficio
Hola Pablo,
me dijeron de al lado. Estoy buscando unos libros de cuentos viejos que eran
negros con una imagen, le dijo una cliente que acababa de llegar.
Mientras la
mujer trataba de recordar, Pablo escuchó atentamente mientras agarraba la
escalera que reposaba sobre la butaca de su compañera. ´Subió con la mano ya alzada
para alcanzar la pila de libros sin nombre y solo en lomo, del estante que ya
había ojeado al momento que escuchó los primeros rasgos, carentes de
precisión.
- Eso. ¿Tenés?,
expresó entre risas la señora con los libros enfrente de ella.
- La
colección se llama Froebel - kan, acotó Pablo mientras ojeaba los precios en la
computadora.
- ¡Esos son!
No puedo
creerlo.
Contó la historia de por qué bajan de precio, había mucha cantidad de en las casas y en la feria, y los libreros no se habían percatado de su valor. Cuando se empezaron a enterar por Mercado Libre que tenían valor, los empezaron a comprar y publicar. En ese momento pasó la famosa historia de la oferta y la demanda: cinco años atrás pasaron el triple de lo que valían ahora.
-Este no lo
tenía. Nunca lo leí, me lo llevo.
Se fue con los libros bajo el brazo y Pablo siguió deambulando detrás del mostrador.
-Allí tienes un tema de modificación del mercado. Eran libros que eran muy comunes, como los empezaron a buscar y no aparecían en ningún lado. Las personas lo recuerdan por el nombre en alemán. Si ibas por la feria lo conseguías barato, o lo tenías en tu casa y lo vendías por Mercado Libre y así comenzó a desparramarse el precio.
Paseó los
dedos sobre los lomos de la misma estantería, se detuvo en la pila de libros
añejos y amarillos y retiro el primero.
-Estos son los Robin Hood, de los más populares que hubo, tenían muchos autores, desde Julio Verne a Louise May Alcott se publicaban en esta colección. Fue “la” colección durante años.
-Como todas las cosas, el precio se deformó con el tiempo. A esos autores los podés conseguir en otras ediciones, pero en Uruguay muchas de estos no se reeditaron. Entonces, claro, son carísimos, porque si quieres releer esos autores o esas obras tenes que leerlo allí.
Devolvió el
libro a su lugar, se sentó en su silla y dejó la escalera frente a los
estantes, esperando, en caso de que los libros necesiten responder a más dudas
y búsquedas de las personas que entraban a Rubén
¿Cuáles fueron algunas de esas historias que usted, de este lado del mostrador, pudo percibir con el tiempo?
Hay montones. Libros que se han buscado, que no encontraban. Algo que hicimos en esos libros descatalogados fue recibir libros que antes no se trabajaban, que tienen que ver con familias. Que el apellido fuera raro; una vez trajimos un libro de un remero que yo no conocía en mi vida, pero era un apellido rarísimo, eslavo. Vino la nieta a buscarlo.
Ella vio el
nombre y vio que era el libro de su abuelo. Son muchas las personas que han
venido por los apellidos, hijos de o libros de la madre, libros del abuelo o
tienen algún vínculo por el cual han venido a buscar esos libros.
Historia de a mosaicos literarios
¿En alguna instancia de canje, vio algunos de esos libros?
No recuerdo. Identifico libros que son raros y si los veo los reconozco, pero hay libros que no se si son así. Hay libros que pensé que eran raros y no los vendí nunca porque a nadie le interesan o la familia ya los tiene. Y cosas que vendés enseguida.
Por ejemplo, en
un canje entró un álbum desconocido pero con sobres de figuritas que estaban
sin abrir: eran montones como 50 o 60 sobres. Los publiqué y los vendí a los
tres días, en ese mundo que no era el mío los sobres sin abrir tenían otro
valor.
Aprendés en el
momento.
Hay cosas que
no son el palo de uno, y hay cosas que uno ya sabe. Las trabajás tantas veces
que pensas que puede tener valor. A veces por la editorial, hay editoriales que
son muy buenas y si estás en esa editorial, aunque no conozcas el libro, es
probable que sea un libro costoso.
A la inversa
también.
MILES DE PAGINAS. Tealde y la comunidad de Cordón, considerana la libreria Ruben como un lugar diferente, con rasgos caracteristicos entre las demás librerias de la calle Tristán Narvaja. Credito de la foto: Montevideo Portal
¿Cómo es su relación con otras librerías?
No los conozco a todos, pero si hay gente que la conozco o porque he ido a comprar alguna liquidación o ellos eran vendedores. Juan, por ejemplo, de Librería Montevideo era vendedor. era corredor y venía por las editoriales; entonces lo conozco por ese lado. También a Arete, que he ido a comprar allí. Hay otros que no tengo vínculo, que hace años que están acá, pero no podría decirte quienes son si los veo. Se los nombres: aparte hay un WhatsApp de las librerías que nos informamos y otras cosas
¿Alguna vez
vio por la feria de Tristán Narvaja un libro que fuera de esta parte del nicho?
Sí, hemos visto. Incluso hay gente que se dedica a comprar libros. Hay una familia que compra bibliotecas y gran cantidad de libros y tratan de vender una parte individual y muchos al lote, por más cantidad. Y, así como tengo desconocimiento, ellos también. Y veo que venden libros que están a un precio que podría ser mucho mejor.
¿Cuál es un rasgo que solo vea en Rubén?
Las personas
que vienen están acostumbradas al sistema de canje nuestro y hace años que
vienen, también está la mezcla de revistas con libros. Lo que pasa es que nos
manejamos distinto, pero no sabría decirte cual es la diferencia.
Tengo clientes que no son clientes de librería, mujeres que vienen por el tallado o hombres que compran las revistitas de cowboy, gente mayor. El día que no estemos nosotros, probablemente las veas en la feria, pero no en una librería.
Tienen un público que los necesita acá entonces
Claro, nos ha
pasado con gente del interior. Gente que se agota y por más que hagan canje
allá, ya no hay más stock y leen mucho y muy rápido. Esa gente pasó por la
feria, encontró la librería y se han hecho clientes y a veces ni vienen ello,
mandan a un nieto o familiar en la capital. Y ellos les llevan medio que le
llevan aleatorio. Tenemos clientes que son del interior sí, en base a nietos o
familiares.
Tinta en el nombre y apellido
¿Cuál es su libro o saga preferido que encontró en las paredes de Rubén?
Hay muchos
libros que me han gustado, son mucha cantidad. Galiende, los libros de la serie
de Pepe Carvalho, de autores desconocidos que tienen uno o dos acá, un japonés,
Kawabata, que tiene un libro que se llama La casa de las bellas durmientes y
después hay un Hanif Kureishi, inglés pakistaní que tiene un libro
impresionante que se llama El buda de los suburbios, también Un
hombre simple: me encanta ese libro.
Te encontras con libros así, últimamente leo muchos policiales y es impresionante la cantidad de libros que hay.
Hay libros de Cortázar, de García Márquez y mi autor favorito es Borges. Tanto en poesía como prosa es mi autor favorito.
¿Y ediciones?
Todos los libros tienen su mundo y formato distinto. Hay ediciones feas y ediciones que son re lindas de tener.
Edición de autor, vida de librero
¿Por lo que dijo, que no hay ningún sucesor para Rubén, el día que cierre, usted seguirá leyendo los libros de nicho?
Sí, en realidad tengo problemas de vista que me está complicando la lectura. He ido guardando algunos libros en mi casa, que el día que no esté acá lo que me van a quedar son esos. Y los voy a tener ya para leer.
Sonrió
levemente, y, una vez que se paró de la butaca de madera y se dirigió, entre los
bajos pasillos de libros del local, a la puerta. Entró al siguiente anexo de la
librería acomodándose los lentes, bajo el barullo de los feriantes y el arco
del cartel de azul descascarado que dictaba: Librería Rubén.
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